Camino a Famaillá.

Óleo sobre tela, firmado. Medidas: 50 x 70 cm.  Obra enmarcada.

Los ranchos emergen al costado del camino delimitado por pastizales y arbustos; a la vista del pintor, una madre y cuatro pequeños se encuentran delante de la vivienda como manchas integradas al paisaje. El tendido eléctrico indica la urbanización que avanza. A lo lejos, el perfil de los cerros y un cielo azul poblado de nubes blancas. Su paleta es inconfundible. Desde sus exposiciones más tempranas en Buenos Aires captó la atención de los críticos de arte; José León Pagano escribió: “Tucumán tiene, al fin, en Demetrio Iramain un intérprete de visión clara y mano pronta. Todo es sintético en su modo comunicativo. Mancha con soltura y deja a sus óleos la fresca espontaneidad de lo sumario, de la impresión de lo expeditivo”. El propio artista supo afirmar, “No retoco. Lo que voy haciendo ya está terminado. Me considero un impresionista”.

En la Retrospectiva homenaje que le tributara su provincia en 2009, sostuvo Silvia Terán que era “el más tucumano de nuestros paisajistas”. Nacido en Tucumán en 1907 -muere en 1990-, obtuvo una veintena de importantes premios, varios en los salones nacionales, como el Premio Estímulo obtenido en 1930. En 1940 se afinca en Buenos Aires donde había construido una profunda amistad con Benito Quinquela Martín, quien lo impulsó a exponer en esta ciudad. Ese mismo año, en una segunda muestra porteña con treinta y tres óleos presentados, “[...] habiéndose vendido todos-, tuvo que ir nuestro artista, ante el reclamo del público asistente, a buscar poco menos que apresuradamente siete más, para ser vendidos igualmente de inmediato” [1] En 1951 participa en la Bienal de Madrid, y al año siguiente, en La Habana y Barcelona. 

Sus obras figuran en el Museo Nacional de Bellas Artes y en los provincias de Tucumán, Córdoba y Santiago del Estero.

Nota: 

1. Juan Carlos Martínez, Demetrio Iramain: “La luz es Dios”, en Mayoría. Suplemento de Letras, Artes y Ciencias, reproducido en el cuaderno III de la Serie Documentos del Arte, Tucumán, Fundación Miguel Lillo - Centro Cultural Alberto Rougés, 2009, p. 40.