Teatro Colón. El asesoramiento textil al Master Plan del Teatro Colón. 2006-2008

El autor, en un palco del Teatro Colón. A la izquierda de la imagen, el catálogo Language of Colors. En su mano derecha, la muestra que vemos fotografiada a continuación.



Muestra de las aplicaciones que engalanan los cortinados de  cada palco, formada con una base de viscosa, una fibra artificial, de origen vegetal. Las antiguas se hacían con un terciopelo de algodón, ahora prohibido por no ser ignífugo. Fotografía: Nicolás Vega.



Corte de la tela damasco tejida en Nápoles, Italia, reproduciendo fielmente el diseño de la versión original. Fotografía: Nicolás Vega.



Germán Carvajal Casteran


Arquitecto graduado en la Universidad de Buenos Aires, fue profesor en la Cátedra de Sistemas visuales I y II del Arq. César Jannello, profesor titular de Morfología en la carrera de arquitectura de la Universidad Torcuato di Tella y socio fundador y presidente de DarA (Decoradores Argentinos Asociados) y de su Fundación, entre distintas actividades relacionadas con su profesión.


Representó a la Argentina ante CECAL (Centro de Estudios de Color para América Latina), e integró y fue vicepresidente de la Comisión Directiva de la Asociación Amigos del Museo de Arte Moderno.


Entre otras distinciones, recibió el Premio La Nación para decoradores mayores de 35 años en Casa Foa 1994, Mención en Casa Foa 1996, Premio Mercedes Malbrán de Campos en Casa FOA 2001 a la Arquitectura y Diseño Interior, y Premio Ventanas al Futuro de la Arquitectura Cayc-Parex-Klaukol al Mérito en 2011.


Publicó en 2005 Diseño como poética, el pensamiento de César Jannello, con el auspicio de la Academia Nacional de Bellas Artes y de la Graham Foundation de Chicago.


Tuvo a su cargo, como asesor, la definición de todos los textiles de la sala del Teatro Colón en ocasión de la refacción encarada por el Máster Plan. Comprometido con el patrimonio arquitectónico, actúa en distintos ámbitos públicos y no gubernamentales.


Trabaja en forma independiente en proyectos y dirección de obra para equipamiento y diseño de interiores en la Argentina, Uruguay, Chile y Perú.


Por Germán Carvajal *

La labor de un diseñador de interiores, según el American Society of Interior Designers consiste en “La identificación, investigación y resolución creativa de los problemas del medio ambiente interior”. Este lema me ha guiado en cada desafío profesional y ha sido también el que me llevó a aceptar la hospitalidad de Hilario para dar testimonio de mi intervención en la reposición de los textiles de la Sala del Teatro Colón de Buenos Aires entre noviembre de 2006 y noviembre de 2007, a instancias de mi amigo Enrique Salvatierra y de Esther Galante, mi compañera de aventuras en aquella ocasión. A ellos se sumó la invitación de Teresa de Anchorena a exponer sobre el tema en el Curso “Historia y Geografía del Teatro Colón”, que se está desarrollando en este momento.


Acepté la designación como “asesor textil” del Master Plan del Teatro Colón la segunda vez que me fue propuesta en nombre de la Arq. Silvia Fajre, entonces Ministra de Cultura de la Ciudad. Había declinado un ofrecimiento previo por haber tenido parte en la polémica en curso respecto de la tarea propuesta. Teresa de Anchorena, legisladora e integrante de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos (CNMLBH) cuestionaba la reposición de los textiles de la sala, que el pliego de especificaciones requería, y abogaba por la restauración y reutilización de los originales; me había consultado al respecto. [1] Mis indagaciones sobre el estado de lo existente para los próximos cincuenta años desaconsejaban esa propuesta, por lo que decidí aceptar la siguiente invitación con esa posición tomada. No estaría en mi competencia la modificación de los pliegos ya aprobados, licitados y adjudicados, ni ninguna atribución ejecutiva. Mi rol sería el de un consultor externo. Solamente una decisión política, no técnica, hubiera podido alterar ese estado de cosas y así sucedió cuando la gestión Macri tomó la decisión de no reproducir el formidable telón de boca de 1931, como exigía la licitación, y concursar un nuevo diseño. Decisión que analizaré en la entrega de mayo de la Revista digital Hilario.


La polémica que rodeó el sendero elegido por el Master Plan fue abordada por Sol Dellepiane en la revista D&D, en su número de diciembre de 2007: «No todos concuerdan en las decisiones que se han tomado respecto de los textiles históricos de la Sala Principal. La Comisión Especial de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico de la Legislatura, ha presentado sendos informes en los que se manifiesta a favor de la preservación de piezas como el telón y los cortinados de palcos, tanto por su valor estético y cultural como por la incidencia en la acústica del recinto. Según esos escritos, “los textiles ocupan un lugar destacado no obstante lo cual no reciben el mismo tratamiento que los demás elementos ornamentales de la sala, para los que se aplica el criterio de restauración conservativa”. Voces de peso avalan la posición de esta Comisión, cuyo exponente más visible es la Diputada porteña Teresa Anchorena, una férrea defensora del patrimonio cultural de los argentinos. Por un lado, trabajadores del Teatro han enviado dos cartas al actual Jefe de Gobierno abogando en favor de la restauración y ofreciéndose para realizar la tarea en tiempo y forma».


En edificios monumentales el mantenimiento es siempre mezquino, y las grandes intervenciones ocurren cada 50 o 100 años, como en este caso. Tal práctica aconseja que, cuando se llega a la decisión política de hacer un esfuerzo, lo prudente es hacerlo previendo que se sostenga por igual período de tiempo. En pleno debate sobre el camino a seguir, lo curioso del caso es que desde ambas posiciones abogaban por dicho esfuerzo y la necesaria inversión, y todos proclamaban como patrón de medida el sostenimiento de la “calidad Colón”. En este contexto inicié mi tarea.


Apenas firmé un primer informe sobre las muestras disponibles de lo existente, recibí el llamado de Esther Galante, conocida empresaria textil, dueña de la casa Ronchamp, quien titubeaba en aceptar la asesoría textil para San José, la empresa adjudicataria. Por su idoneidad e irreflexivo entusiasmo, insistí en que aceptara para tener un interlocutor idóneo en la contratista, y así quedó conformado un imprevisto equipo.


El mercado y la producción textil en Argentina


Para la provisión de los textiles de la restauración y actualización tecnológica del Teatro Colón, la dirección de obra calificó como aceptables solamente telas, pasamanerías y mano de obra provenientes de aquellos países que han sido y continúan siendo los centros de producción para decoración de la más alta calidad en el mundo -se refería a Italia, Francia y Alemania-, custodios de una tradición de siglos, traducida en la riqueza de alternativas en hilados, tinturas y tecnología, y en la excelencia de aquellos técnicos textiles que producen los géneros ofrecidos por las marcas más reconocidas a  nivel internacional.


No es ésta una fortaleza que ostente la industria textil argentina, protegida de toda competencia y orientada a la producción estandarizada para un mercado masivo de baja exigencia. En nuestro medio la tradición productiva de arte decorativo es de reciente data, y los textiles no tienen en ella un rol protagónico. Los de mayor sofisticación y calidad han sido provistos tradicionalmente por el mercado europeo, como en el caso que nos ocupa.


No se produce en la Argentina seda natural, tampoco viscosa (recuperación artificial de la celulosa y el algodón), ni hilados metálicos de oro entrefino, ni fibra de lino, ni poliéster con marca registrada Trevira CS, indispensable para la calificación ignífuga, ni otro hilado similar que la satisfaga. Estas restricciones conllevan limitaciones de las industrias complementarias, tales como las de tintorería, hilado y tejido. El hilado de fibras de algodón no va más allá del título 48/1 Ne, lo que soslaya todos los títulos más finos hasta el 120/1 Ne. Los géneros de algodón ingleses producidos por Liberty por ejemplo, se tejen con hilado de título 60/1. Los hilados más delgados producen tejidos de mayor calidad, que no encuentran aquí la demanda que sostenga o justifique las necesarias inversiones. Lo que naturalmente limita las posibilidades de experimentación y práctica en la formación de los artistas, artesanos y técnicos.


La tarea


A la intención de una reproducción exacta de los géneros originales se interponían los estándares internacionales de prevención ignífuga para las diversas fibras. Algodón, interdicto, la seda y la lana cuestionadas, y para cortinados y telón sólo se aceptaría la Trevira CS, fibra de polyester específicamente ignífuga. Esto exigió verificar las prestaciones de esta nueva fibra en textura, color y brillo; así como identificar los distintos posibles proveedores calificados.