Jarrón con flores. 1948.

Óleo sobre tela, firmado. Medidas: 60 x 44 cm. Obra enmarcada.

Maravilloso bodegón, infrecuente en la producción de Antonio Berni. Recordemos que siendo el artista argentino con cotización más alta en el mercado, este pintor rosarino desarrolló principalmente el retrato, el paisaje y las escenas surrealistas y de compromiso social y político. Desprovisto de aquella búsqueda en el inconsciente o de la manifestación de las injusticias sociales, lo encontramos aquí representando la pureza de la forma. Un jarrón de vidrio sostiene un gran ramo de flores, amapolas; una de ellas, solitaria, descansa sobre la mesa de madera. Sin embargo, el lenguaje del que se vale para este bodegón es el mismo que el maestro despliega en su arte, el realismo, en una armonía vibrante de colores. Una obra especial para los coleccionistas buscadores de lo excepcional. En 1948, Berni expuso una destacada muestra individual en Rosario, en la Galería Renom, en la Sociedad Hebraica Argentina, y la porteña Galería Antú.

Antonio Berni (Rosario, 1905 - Buenos Aires, 1981), pintor, grabador y muralista, comenzó su aproximación al arte a muy temprana edad, como aprendiz en un taller de vitrales, y en el ámbito de la pintura en el Centre Catalá de Rosario. A los 15 años expuso cuadros en el Salón Mari, y a sus 18 en la Galería Witcomb de Buenos Aires, recibiendo ya por entonces elogiosas críticas. Estudió en Madrid y París, y a su regreso su inserción en el mundo del arte local fue definitiva. Plasmó en sus creaciones la problemática social de la década del 30 en Argentina, y el terrible contexto internacional signado por el nazismo, el fascismo, la guerra civil española y la crisis económica. Lo hizo en el retrato y en las escenas que captan la vida cotidiana, como por ejemplo en Primeros pasos de 1936, obra que ganó el Premio del Salón Nacional de Artes Plásticas de 1940, actualmente en el Museo Nacional de Bellas Artes. Figura fue el Primer premio del XXX Salón Nacional (1940) y Lily, el Gran Premio Adquisición del XXXIII Salón Nacional (1943). Le continuaron un sinfín de galardones y exposiciones nacionales y en el exterior. Fue miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes, y al año siguiente de su muerte la primera edición de los Premios Konex le otorgó la distinción de Honor.