EL CORONEL OLMOS, EL GENERAL LAVALLE Y SU VIUDA

A la generosidad del pueblo de Buenos Aires. (Texto:) Juan Francisco Olmos fue antes uno de los defensores de la libertad (...) cargó los restos del General Lavalle, para salvarlos de que fueran profanados. El descarnó sus huesos que llevó consigo hasta el destierro. Imprenta de la Tribuna, calle de la Victoria núm. 15. (Buenos Aires. 1856)

Muy raro. En 4º (34,7 x 20,2 cm), 1 h., v. en bl. Ejemplar restaurado. La obra se exhibe enmarcada. 

Este impreso despeja las dudas abiertas sobre quién había realizado las gestiones ante el gobernador de Buenos Aires, Pastor Obligado, para salvar su vida. En 1856, las fuerzas porteñas derrotan una nueva invasión confederada, al mando del general Jerónimo Costa. Ya lo había dispuesto el gobernador, “Todos los individuos titulados jefes que hagan parte de los grupos anarquistas capitaneados por el cabecilla Costa y fuesen capturados en armas, serán pasados por las armas inmediatamente (...)”. Y así sucedió, a excepción de Olmos, recordado por el gesto heroico con el cadáver del general Juan Lavalle, muerto en Jujuy en 1841, como lo explica Dolores C. de Lavalle.

Isidoro Ruiz Moreno escribió en su obra “Campañas militares argentinas”, tomo 3: “de los jefes, el único que salvó su vida fue el coronel Olmos, por empeño de la hija del general Lavalle (...)”. Aníbal José Maffeo, por su parte, deja instalada la duda, ya que esposa e hija poseen el mismo nombre, aunque se inclina por esta última: “Es probable que quien haya intercedido por Olmos haya sido la hija del gran jefe”. (1) Con el impreso aquí ofrecido se confirma que la responsable de aquel gesto fue la viuda de Lavalle.

Notas: 

1. Aníbal José Maffeo: La azarosa vida del coronel Juan Francisco Olmos. En Quinta Jornada de Historia de Chascomús, Julio de 2013, p. 17. (En internet: www.academia.edu )

S.O.VIII-SIM