El Museo de Arte Popular José Hernández [MAP] de la ciudad de Buenos Aires presenta una exposición que, como lo indicaran en las palabras inaugurales Helena Ferronato -gerenta Operativa de Museos de CABA- y Felicitas Luna, directora del MAP, busca generar un diálogo constructivo entre el patrimonio público y el coleccionismo particular.
Poco menos de un centenar y medio de piezas -pertenecientes a las colecciones de Carlos Daws (VER) [1870 - 1947] y Oscar Collazo [siglo XXI] ofrecen un recorrido testimonial desde los tiempos virreinales hasta el presente. La muestra, organizada en espacios temáticos, ensambla obras reunidas a lo largo de una centuria por ambos coleccionistas, cada pieza indicando su carácter y origen.
Daws, un apasionado de la cultura criolla y de la figura del gaucho como arquetipo nacional, hizo de su vivienda particular un Museo Familiar Gauchesco abierto al público. Además, en junio de 1897 formó el primer Centro Criollo, denominado El Fogón. En aquel espacio actuaron los más destacados payadores, entre ellos, Gabino Ezeiza, Nemesio Trejo, Ciriaco Bravo e Higinio Cazón. Con los años aquel ámbito tradicionalista derivó en numerosas instituciones del mismo perfil cultural.
El Museo Familiar Gauchesco, un templo de la tradición, al decir de la época.
Collazo, devenido coleccionista a partir de unas piezas heredadas [en especial, de un sahumador elaborado para un ancestro por uno de los grandes orfebres de la primera mitad del siglo XIX, Martínez, cuyo punzón es distintivo] hoy promueve el estudio y exhibición de aquellas obras y las que «cosechó» en casi tres décadas de búsqueda. Sus piezas se han presentado en muestras realizadas en el Vaticano, Loreto [Italia], Frankfurt [Alemania], México, Santiago de Chile, y en Argentina, en Buenos Aires y San Antonio de Areco (VER). «Soy coleccionista para difundir esta expresión del arte y a través de ella, la historia de nuestro país», afirma, y lo sostiene en los hechos.
Épocas y temas
«La platería, con su rica diversidad de técnicas y estilos, se erige como una expresión fundamental de la identidad argentina, reflejando en las tradiciones criollas y aborígenes, el espíritu creativo de sus artesanos.» Esta reflexión recibe al visitante en un texto de apertura de la muestra que se inaugura con dos obras excepcionales, el mencionado sahumador que lleva la señal de autoría de Martínez, y un mate de plata y oro ejecutado por Francisco Calandro hacia 1880, el que perteneció al presidente de la República Oriental del Uruguay, Máximo Santos [1882 - 1886], confeso amante de la platería y en especial, de aquellas piezas con exquisitas labores de cincelado y en ameno diálogo de metales entre la plata y el oro.
De inmediato -les haremos un breve recorrido-, se presentan ante los ojos de quien llega, las obras virreinales, y de inmediato, unas piezas de salón nos llevan hasta ese símbolo del oficio en la región, los apreciados mates, desde los que apenas decoraban las calabazas vegetales con aquel noble metal, hasta los que definitivamente las sustituyeron con suntuosas labores de plata en un gesto de opulencia que cautivó a la alta sociedad argentina desde los tiempos de la Revolución de Mayo.
El mate al fin construye un puente de comunicación con la denominada platería pampa, aquella que tanto disfrutaban los distintos pueblos originarios que habitaban el centro del actual territorio argentino y la Patagonia, y que supieron adoptar con suma eficacia el caballo traído por los españoles. En una vitrina, sendos mates pampas, tan rústicos, tan típicos nos derivan hacia el gusto de la platería entre estos grupos aborígenes. Y a continuación, la joyería femenina dialoga en este espacio con los avíos del jinete y de su caballo. Sorprenden -una de las virtudes de la exposición- estas piezas que reunidas bajo un común denominador muestran rasgos particulares, símbolos culturales que le dan identidad y prestigio entre sus usuarios. Vemos aquí, entre otras joyas, keltatues, sikiles y trariloncos, y a la par, espuelas, cuchillos y los más variados arreos de montar, como cabezadas, frenos y estribos.
Y en lo más alto de la consideración aborigen, una vitrina con sendas prendas de cacique; un poncho pampa de la colección Daws que habría pertenecido a Cayupán, uno de los jefes indígenas, y un facón que supo empuñar Vicente Cathunau Pincén, importante líder tehuelche.
Desde aquí en más, el recorrido avanza por lares criollos; del jinete -la rastra, el cuchillo, las espuelas- y para engalanar su amado caballo, las prendas más refinadas hechas en este metal, sean estribos, riendas, frenos, cabezadas o fiadores. Todas estas piezas tienen su expresión en diversos ejemplares de colección.
Por último, dos espacios que merecen otros minutos de atención, nos referimos a la vitrina que exhibe unos moldes de estribo que fueran parte del taller del platero Cándido Silva -cuentan con su punzón- y la argolla de un fiador de similar origen -también punzonado-, y dos pares de estribo con ese diseño -uno por colección-, y un singular fiador de tientos trenzados y plata, el que lleva el punzón de aquel afamado orfebre; obra atesorada por Daws, hoy patrimonio del MAP, el museo anfitrión.
En un guiño curatorial [1], el Museo Familiar Gauchesco de Carlos G. Daws recibe a los visitantes con un panel fotográfico que nos muestra la desmesura de su exhibición, y dos de sus vitrinas con estribos y frenos de hierro, chambaos [vasos] de asta y una rica variedad de mates de calabaza, los siempre deseados «de calabaza moldeados a fuerza de ataduras de junco y enredaderas típicas del Paraguay cuyas diversas formas se obtienen mediante estas ligaduras» -escribió el propio Daws en 1940. [2] Llama la atención que, en el conjunto de mates atados exhibidos, solo uno lleve una boca de plata, en tanto que los demás carecen de toda decoración nacida en las manos de los orfebres, como hoy lo vemos en las escasas piezas que llegan al mercado.
Con esta última incógnita celebramos esta nueva exposición, un convite para disfrutar y seguir aprendiendo…
La muestra permanecerá abierta hasta el domingo 27 de julio de 2025.
Museo de Arte Popular José Hernández
Avenida del Libertador 2373
Horario: lunes, miércoles, jueves y viernes de 11 a 19 h. Sábados, domingos y feriados de 11 a 20 h. Martes cerrado.
Entradas: público general $1500. Extranjeros no residentes $7500. Miércoles sin costo. Jubilados, estudiantes universitarios presentando acreditación, personas con discapacidad más un acompañante, menores de 12 años y grupos de estudiantes de colegios públicos, sin cargo.
Notas:
1] La curaduría de la exposición es obra de Segundo Deferrari -director del Museo Las Lilas de Areco-, de Horacio Torres, curador del MAP, y del autor de este artículo, director de Hilario. Artes Letras Oficios.
2] Carlos G. Daws, Museo Familiar Gauchesco. Buenos Aires, 1940, p. 14.